Detenciones por la CBP en aeropuertos: lo que hay que saber sobre las revisiones de redes sociales
Los viajeros no están obligados a responder las preguntas de la patrulla fronteriza


Desde el inicio de mandato de Donald Trump, los aeropuertos han puesto en marcha medidas de entrada cada vez más duras que han llevado a detenciones de turistas y personas con estatus legal. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha recibido denuncias por solicitar los teléfonos de pasajeros para inspeccionar si contienen contenido crítico hacia Trump o Estados Unidos. Algunos residentes permanentes también han sido detenidos por tener antecedentes penales o por haber cometido faltas menores, mientras que otros han sido interrogados antes de poder ingresar de nuevo al país.
¿A qué se enfrentan los viajeros?
No se le puede negar la entrada al país a los ciudadanos nacidos en Estados Unidos y son libres de viajar normalmente. Sin embargo, pueden ser detenidos y cuestionados si así lo decide la CBP. De acuerdo con testimonios que han surgido desde hace meses, a algunos viajeros se les han hecho preguntas sobre sus posturas sobre Oriente Medio y Donald Trump a su reingreso a Estados Unidos. Aunque muchos son liberados sin cargos, la experiencia puede ser incómoda. De igual forma, no se sabe con claridad si la información recopilada por la B podría ser usada en un futuro.
Aquellos residentes que están en el país con una Green Card están relativamente seguros, ya que solo un juez puede revocarla. Sin embargo, los que hayan tenido algún problema legal podrían encontrarse con algún tipo de freno. De igual forma, aquellos que han pasado mucho tiempo fuera del país pueden ser puestos bajo escrutinio por la CBP. Las personas que tienen Green Card y que pasan mucho tiempo fuera de Estados Unidos pueden ser cuestionados, en especial si no presentan un permiso de reingreso, lo que protege su estatus.
Las personas que se encuentran con algún tipo de visado podrían tener dificultades si han tenido problemas legales o si llevan a cabo actividades que no estén vinculadas con el propósito de su visa, por ejemplo, si alguien que entra a Estados Unidos a estudiar tiene un trabajo. En estos casos, las visas pueden ser revocadas y daría inicio a un proceso de deportación. Lo mismo puede sucederle a las personas que hayan sido naturalizadas como estadounidenses. Aunque no corren mucho riesgo, pueden tener problemas si mienten o su narrativa no tiene consistencia.
Aunque los viajeros no están obligados a responder las preguntas de la CBP, el miedo a las consecuencias de no someterse al cuestionamiento suele ser mayor. En una declaración, el Departamento de Seguridad Nacional, abordó las acciones del B y afirmó: “Los viajeros que cumplan la ley no tienen nada que temer de estas medidas, las cuales están diseñadas para proteger la seguridad de nuestra nación. Las afirmaciones de que las creencias políticas desatan inspecciones o expulsiones no tienen sustento y son irresponsables”. Sus datos muestran que las inspecciones en puntos de ingreso han aumentado desde el año pasado.
Expertos en privacidad aconsejan a los viajeros que evalúen su riesgo personal antes de entrar a Estados Unidos, teniendo en cuenta factores como su estatus migratorio, su historial de viajes y los datos confidenciales que almacenan en sus dispositivos. No existe un enfoque único válido para todos: lo que es arriesgado para una persona puede no serlo para otra. Antes de viajar, la persona debe pensar si aceptará que los agentes fronterizos registren su teléfono si se lo solicitan. Aunque puede negarse, esto puede provocar retrasos, interrogatorios o la confiscación del dispositivo. Si decide acceder, es mejor que la persona desbloquee el dispositivo por su cuenta en lugar de compartir su contraseña y asegurarse de utilizar un cifrado fuerte y contraseñas largas y seguras. Apagar el dispositivo y desactivar los desbloqueos biométricos, como Face ID o las huellas dactilares, antes de llegar puede ayudar a la privacidad.
En lugar de “borrar” el teléfono, lo que podría parecer sospechoso, los expertos sugieren eliminar selectivamente los mensajes de texto, archivos o aplicaciones confidenciales. Además, se recomienda eliminar permanentemente los elementos de las carpetas de la papelera y, si es necesario, trasladar los datos importantes a servicios de almacenamiento en la nube como iCloud o Google Drive, que la CBP no está autorizada a registrar. Aunque el cifrado está habilitado de forma predeterminada en la mayoría de los teléfonos inteligentes modernos, la persona debe comprobar dos veces su configuración y utilizar herramientas de cifrado. Estas medidas pueden ayudar a proteger la información de registros manuales y forenses, mientras que evitan complicaciones innecesarias en los puntos de reingreso.
¿Y los turistas?
Los turistas son quienes tienen mayor riesgo de encontrar algún tipo de freno al tratar de ingresar a Estados Unidos. A pesar de tener todos los documentos apropiados para ingresar, cualquiera puede ser detenido por el CBP para ser inspeccionado, cuestionado y deportado. Se recomienda demostrar la intención clara de regresar a su país de origen, además de irse antes de lo permitido por la ley.
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