La libertad de usar tu lengua

Hemos asistido a otro episodio vergonzoso protagonizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Se marchaba de la Conferencia de Presidentes celebrada en Barcelona al oír hablar euskera o catalán. España es un país plurilingüe y de ahí, en parte, su riqueza cultural. Riqueza que durante muchos años estuvo silenciada. Esto, además de ser una falta de respeto, es una amenaza y un símbolo de que hay gente intolerante con la cultura de este país. Así que como decía el viernes Imanol Pradales a Ayuso: “No queremos vivir en un país en el que puedes tomar cañas en libertad pero no hablar en tu idioma”.

Marta Pérez de las Bacas Sánchez. Murcia

Una causa de involución

Como futura estudiante de una universidad canaria, creo comprensible mi preocupación respecto a mi futuro alojamiento, y más conociendo la situación de la vivienda y el turismo en mi tierra. Formarse aquí es cada vez más difícil, debido al gran número de viviendas vacacionales y de extranjeros que adquieren segundas residencias, lo que ha desembocado en una desmesurada subida de los precios. Según el informe del Consejo de Juventud de 2023, la juventud canaria deberá destinar casi la totalidad de su salario al alquiler para emanciparse, lo cual es inviable para la mayoría de jóvenes, que suficiente esfuerzo están haciendo para sacarse los estudios y que está causando, incluso, el abandono de estos. Es la precariedad y la sobreexplotación ocasionada por un modelo turístico. Sería triste que lo que hace 60 años fuera el motor del progreso para el archipiélago se torne en la causa de su involución, y la transformación de un paraíso en un lugar hostil para la vida.

Violeta Barroso Castellano. Las Palmas de Gran Canaria

Halago tóxico

Se premia a algunas versiones de mujer musulmana por el simple hecho de no llevar pañuelo, halagando su integración, como un átomo que pierde su esencia para convertirse en otra cosa. Dicho halago me parece cada día más tóxico, porque pretende clasificarnos en musulmanas aceptables y no aceptables, sin tener en cuenta que en el bando oprimido podemos tener a madres, hermanas, amigas, abuelas o hijas. Elogiar lo aceptable para ocultar lo incómodo no deja de ser opresión.

Sheimah El Bejjaji. Barcelona

Lo mejor está por venir

Viendo a los chavales terminar las pruebas de a la universidad, no puedo evitar acordarme de la vez en la que era yo quien salía de esas aulas. La libertad que se siente al terminar y la sensación de que todo es posible, porque lo es, en ese mes que queda antes de decidir la que será vuestra futura profesión: biología, economía, filología… Esa decisión, aunque abrume, es la primera y quizá la última en la que podréis tomar las riendas de vuestro futuro y creeros dueños del tiempo, la última en la que el mérito será el único criterio del triunfo. La libertad de elegir es un gran peso, pero también es merecida. Os dé la nota o no, abrazad estos momentos y felicitaos. Lo peor ya está hecho; lo mejor está por venir.

Jorge García Fernández. Alcorcón (Madrid)